Aprovechando esta nocticia, qué menos que adentrarnos en este disco lanzado en la primavera de 1970, pocos meses depues de la disolución de los Beatles. Mientras Lennon y Harrison estaban ocupados en dejar clara su postura y Ringo grababa cancioncillas de pub, McCartney lanzó el modelo de su futura carrera en solitario: canciones deslumbrantes, algunos garabatos influidos por los porros y algunas tonterías olvidables.
Pero con este disco hay que quitarse el sombrero. Grabado a finales de 1969 en su casa de St John's Wood, el ex-beatle entrega un album meláncólico, casero y nada sofisticado comparado con el canto de cisne que fué Abbey Road. Después de toda la reciente tensión de trabajar con el grupo en el estudio, Paul trabajaba aquí solo, con su grabadora Studer de cuatro pistas.
El disco está lleno de los toques de McCarteny que cautivan a unos y enfurecen a otros. "The lovely linda" abre el trabajo y de manera instantánea nos percatamos de las intenciones de su compositor: Sencillo y directo. "Junk" es melancólica, poética y vivida. "Momma Miss America" es un genial tema instrumental. Sin embargo, todo el album descansa a la sombra de "Maybe I'm amazed" (quizá la mejor canción de McCartney en solitario, por lo menos en mi opinión). Es un tema que demuestra quíen era el arquitecto del sonido de Abbey Road.
Con la portada del cuenco de cerezas, este disco ocupó el primer puesto de las listas norteamericanas y llegó al 2 en Inglaterra.
disfruten!
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