Se puede decir que la música empezó a interesarme cuando escuché a Michael Jackson, el primer ídolo musical de mi infancia y de la de muchos amigos míos. Recuerdo ir oyéndolo non-stop en los viajes en coche con mi familia.
Fué mi padre. Yo tenía 13 años de edad y era el primer CD original que tenía en mis manos... tuvimos que comprar un reproductor de CDs para escucharlo. Los Beatles me abrieron la puerta a un nuevo mundo creativo y fueron los culpables de que empezara a engancharme a la guitarra. Desde entonces no he dejado de escuchar música.
Empezábamos a ir a bares y discotecas. Recuerdo conducir mi coche por Madrid con 4 amigos y el Higway star a tope con las ventanillas bajadas y agitando la cabeza al más puro estilo Wayne's world mientras los viandantes se partían la caja.
Antes de empezar la carrera sólo escuchaba canciones en inglés. Pero todo cambió cuando un amigo me descubrió a Antonio Vega. Por aquel entonces no se me daba mal interpretar temas de grupos extranjeros con la guitarra, pero pronto sentí la necesidad de empezar a escribir mis propias canciones.
Ocurrió durante la universidad, en una fiesta en mi piso. Nuestros botellones de fín de semana eran bien conocidos por gente del campus, y siempre acababa apareciendo todo tipo de gente en estos eventos. Una noche, el disco Up sonaba a toda pastilla en el salón y cuando ya tocaba la retirada a los bares, un "pobre desgraciado" que no voy a nombrar aprovechó para metérselo en su cazadora. Por supuesto, nunca volvió a aparecer por allí.
Fuimos a casa de un amigo, y Hard Candy fue la banda sonora de esos calurosos días. Después de ese viaje dejé de beber vodka...
Este puede haber sido el disco "más quemado" en las fiestas del piso de estudiantes. Un subidón de adrenalina y emociones en toda regla.
Un regalo en mi último cumpleaños. No había oído nada de Wilco y un amigo me regaló el Sky Blue Sky... la verdad que lo clavó. Discazo muy recomendable, en especial el tema Impossible germany.